Plazas, rincones y edificios con trabajos de artesanía moderna y tradicional en forja y piedra caliza confieren al casco antiguo un aspecto singular y de cuidada estética. (OFICINA DE TURISMO)
Un paseo por Uceda será suficiente para apreciar su gran contenido turístico.
(Siglos IX-X, Estilo Árabe)
Fue erigido por los árabes y codiciada presa para la reconquista. Estaba protegido por un foso del que aún hoy existen vestigios.
Fue reconstruido en varias ocasiones.
Hoy en ruina, sólo se conservan algunos restos de murallones del recinto.
El castillo era inexpugnable por sus lados norte y oeste, que dan al costado del río, quedando unido al pueblo sólo al este.
Las vistas del Jarama que desde aquí se contemplan merecen la pena el esfuerzo de subir a sus ruinas.
Conserva dos puertas abocinadas y tres ábsides cubiertos con bóveda de cañón ligeramente apuntada en un tramo recto y bóveda de cuarto de esfera.
Destacan los capiteles que rematan las pilastras interiores y exteriores, así como los canecillos que culminan los ábsides.
Al interior se observa su antigua configuración en tres naves; hoy en día está dedicada a cementerio. Declarada bien de interés cultural en la categoría de monumento.
(Siglos XVI-XVII, Estilo Clásico)
Exterior de sillar y sillarejo.
Destaca su espléndida fachada oeste, construida según los cánones clásicos y en la que se encuentra representada sobre la puerta la imagen de Nuestra Señora de la Varga y dos de sus milagros en la tierra: la victoria del capitán Don Juan Vela de Bolea sobre una gran “sierpe” (cuyo esqueleto estuvo durante años colgado dentro del templo) y la liberación del devoto de la Virgen Don Diego de Illescas, el cual estando encarcelado en Orán, hacia 1460, apareció tras de un sueño en tierras cercanas a la villa de Uceda. Buena parte de los materiales de su construcción proceden de antiguas edificaciones de la villa medieval.
El interior es de una sola nave y presbiterio muy elevado; se cubre con bóveda de medio cañón y de media naranja en el crucero. Decoración en yeso según los órdenes clásicos, destacando los pequeños altares laterales y la decoración de las metopas; en el suelo del presbiterio hay lápidas de antiguas iglesias de Uceda hoy inexistentes (iglesia de Santa María, iglesia de Santiago e iglesia de San Juan Bautista).
(Siglo XVIII, Arquitectura palaciega ucedana)
Arquitectura realizada de ladrillo y sillarejo, con refuerzo en esquinas de sillería.
Presenta interesante bodega cubierta de bóvedas de cañón de ladrillo.
La cartuja era dependiente de la cartuja del Paular y estaba destinada a recaudar las tercias reales de la región de Uceda. Hoy destinada a Ayuntamiento y a posada rural.
(Siglo XIX, Arquitectura popular)
Según archivos, podemos decir que la Villa de Uceda tenía varias ermitas en su término municipal: La Soledad, San Lázaro, San Roque, …, esta última que hemos citado se encuentra junto a la Carretera de Guadalajara y es lugar frecuente de paseo de muchos vecinos de la localidad.
Fundado este monasterio franciscano por el duque de Uceda en 1610, dependiendo de la parroquia de Santiago.
En 1752 contaba con 23 religiosos y legos que se mantenían de la limosna; logró sobrevivir hasta mediados del siglo XIX (desamortización de Mendizábal). Es curiosa la red de abastecimiento de agua que tenían: el líquido elemento se recogía en la zona llamada «de las minas» y una vía, aún visitable, la llevaba hasta el convento.
Hoy quedan únicamente fragmentos de los muros y algún arco de estilo mudéjar.