Este proyecto medioambiental , que se pone en marcha en 2007, supone una interesante oferta lúdica para todos los públicos. La zona, en la ribera del río Jarama en la urbanización de Caraquiz, cuenta con una laguna artificial con forma de meandro que se abastece del río. El parque se desarrolla en una superficie aproximada de 7.500 m2 y, en él, se proyectan una zona de embarcadero y pesca; pistas polideportivas, de patinaje y circuito biosaludable; área de juego infantil, rocódromo y un bar-terraza.
Situada en el cerro de la Oliva, dista de Uceda unos 8 km.. Tiene dos bocas de entrada, una natural en el barranco opuesto al del río Lozoya, y otra artificial en la ladera del mencionado río que da al Pontón de la Oliva. Tiene 8.200 metros de longitud que se dividen en tres niveles. En su interior se han hallado grabados rupestres datados en el Paleolítico superior. Por su gran recorrido y complejidad, es necesario un equipo humano y técnico cualificado para la realización de visitas por la cueva.
Aunque la mayor parte del canal discurre en la actualidad por la Comunidad de Madrid, se construyó con el fin de regar la fértil vega de Uceda, nacía a 400 metros del Pontón de la Oliva y alcanzaba unos 14 kilómetros de norte a sur. La obra consta de 6 puentes de un solo arco, de mampostería de piedra trabajados con mortero; 3 acueductos, 8 casetas de guarda y numerosas acequias menores. Como edificación principal destaca la Casa de Oficios, residencia temporal del Conde de Cabarrús que mandó construir el canal y sus obras auxiliares a los ingenieros Carlos y Manuel Lemaur. Se mantuvo en uso hasta 1880, cuando se proyecta la construcción del Pontón.
Esta impresionante construcción situada sobre el río Lozoya entre dos enormes farallones de roca caliza, se encuentra a 6 km. de Uceda. Se trata de una presa de más de 72 metros de longitud y 27 de altura y realizada con mampostería y sillería de piedra caliza trabada con argamasa de cal. Se construyó como necesidad de abastecer de agua a la ciudad de Madrid, ya que hasta su construcción se surtían de insuficientes canalizaciones subterráneas que partían de los acuíferos y las distribuían por la ciudad a las fuentes públicas y privadas, y debido a la escasez se registraban frecuentes contaminaciones en el agua.
Así, reinando Isabel II y con Juan Bravo Murillo como presidente del Consejo de Ministros, se inician las obras de la presa por real decreto de 18 de junio de 1851. Las obras las realizan unos 1.500 presidiarios y unos 200 obreros de las localidades cercanas. Aún se encuentran en las paredes donde se ubica las argollas con las que ataban a los presos para evitar su fuga.
La construcción no fue fácil a causa de las riadas del Lozoya y de una serie de epidemias que afectaron a los trabajadores. Finalmente el agua llegó a Madrid el 24 de junio de 1858. Pero los problemas de filtraciones aparecieron pronto debido al uso de calizas en su construcción. Esto llevó a la necesidad de construir dos presas más arriba del cauce: la de Navarejos (1859-1860) y la de la Parra (1903) y en 1904 la presa dejó de funcionar, pero cuando hay exceso de agua en El Atazar y han de soltar agua, ésta salta sobre el muro del Pontón creando una cascada espectacular.
A unos 12 km. de Uceda nos encontramos con el embalse de El Atazar, cuya construcción dio trabajo a los ucedanos y convirtió a Uceda en cobijo de obreros de otros lugares. Se inició su construcción en 1965 y finalizó en 1971, siendo inaugurada el 10 de abril de 1972. Consta de una bóveda gruesa de doble curvatura y alcanza una altura de 134 metros, con una longitud de coronación de 370 metros. Su capacidad es de 426 millones de metros cúbicos. Tiene en su interior una red de galerías de más de 8 km..
Pueblos cercanos
Destacan por su pasado unido al de la villa de Uceda y se caracterizan por algún elemento de gran belleza, son lugares que el viajero no puede dejar de visitar.
A sólo 5 km. se encuentra el pequeño pueblo de El Cubillo de Uceda , que estuvo ligado a Uceda hasta el siglo XVI, cuando en 1583 fue declarada villa con jurisdicción propia. Se trata de un conjunto que destaca por su arquitectura popular construida en aparejo toledano. De especial mención es la iglesia parroquial de la Asunción de Nuestra Señora, de estilo románico-mudéjar, data de los siglos XIII y XIV con alguna reforma en el XVI de estilo renacentista. Se trata de uno de los templos más bellos de la provincia de Guadalajara.
No se debe pasar por alto el pintoresco Patones de Arriba , a 5 km.. El origen de este pueblo esta en Uceda, pues era un alquería de la villa, a ella estuvo ligado hasta que el 3 de agosto de 1769 se le concede el título de lugar. Interesante paseo por un pueblo que mantiene vivo el espíritu de antaño.
Torrelaguna es el más grande de los municipios cercanos. Formó parte del Común de la Villa y Tierra de Uceda, aunque fue la primera en abandonarlo al conseguir el título de villa en 1390. Plagado de edificios históricos, destaca sobre manera la iglesia parroquial de Santa María Magdalena (siglos XIV-XVIII).
Torremocha de Jarama , a tan solo 2 km. de Uceda, es otro de los pueblos dignos de mención. La iglesia parroquial de San Pedro Apóstol (siglos XIII-XVI) conserva en su interior pinturas murales del siglo XVI y en su exterior se admira un bello pórtico que da entrada al templo. Cuenta con un museo de agricultura con una interesante colección de aperos relacionados con la actividad