El próximo 5 de febrero se celebrará en Uceda la fiesta de santa Águeda
Un año más las mujeres del municipio de Uceda celebrarán el día de Santa Águeda. Se trata de una tradición muy arraigada pues las mujeres de mayor edad no recuerdan que se haya interrumpido nunca.
Desde el año 2020 el Ayuntamiento de Uceda ha recuperado el «nombramiento de Alcaldesa y entrega del bastón de mando del municipio por un día» a una mujer de la localidad. En el año 2020 se le entregó el bastón de mando del municipio a Leonor Moreno como socia de mayor edad de la Asociación de Mujeres La Muralla; colectivo que mantiene viva la tradicional celebración de «Las Águedas» en Uceda. En el 2021, en la época de la Pandemia, se entregó el bastón de mando a Silvia Jimenez Fermosel, enfermera y vecina de Caraquiz, a la que, en representación de las enfermeras, también se le entregó una placa. En el 2022 el bastón se le entregó a Pilar Pérez, enfermera vecina de Uceda.
Esta Fiesta de Santa Águeda es la fiesta de las mujeres y en la que toman el mando. A primera hora se reúnen para desayunar chocolate y a continuación y durante todo el día, habrá repique de campanas (las mujeres suben al campanario de la iglesia y tocan las campanas).También hay una misa, donde se pide por todas las mujeres y para terminar la fiesta se remata con una comida entre mujeres.
En toda la provincia de Guadalajara hay celebraciones en este día de Santa Águeda, siendo las más importantes las de Cogolludo, Espinosa de Henares, Jadraque, Villanueva de la Torre y Yunquera entre otras.
La historia de santa Águeda se remonta al siglo III y debido al martirio que sufrió, Santa Águeda se convirtió en protectora de las mujeres y es de las más invocadas para proteger de los partos difíciles, problemas con la lactancia o enfermedades de mamas. Además, es la patrona de las enfermeras.
Historia y leyenda de santa Águeda
Águeda de Catania, según la tradición cristiana es una virgen y mártir considerada la protectora de las mujeres a la que el procónsul de Sicilia, Quintianus, cortó los senos en un acto de venganza por no haber podido conseguir sus placeres.
Águeda de Catania fue una mujer que vivió en el siglo III y su vida está contada en múltiples hagiografías. Según recoge la Biblioteca Virtual Miguel de Cervantes, nació en Palermo, en el seno de una familia noble. En esos años, siendo emperador Decio y presidente de Sicilia Quinciano, se promulgaron medidas para perseguir a los cristianos, por lo que Águeda fue capturada y llevada ante Quinciano.
La joven se negó a renunciar a su fe cristiana, por lo que fue abofeteada y encerrada. Al día siguiente, fue llevada de nuevo ante el Quinciano. Ella se mantuvo en sus ideales, por lo que Quinciano mandó cortarle un pecho y encarcelarla sin darle atención médica, ni tampoco comida o agua. Según cuenta la leyenda, estando encerrada, la joven recibió la visita de San Pedro, que portaba unos ungüentos con intención de sanarla. Ella se negó porque prefería la mortificación y el dolor.
Unos años después de su fallecimiento, el volcán Etna entra en erupción. Los habitantes de Catania, temerosos de desaparecer del mapa como Pompeya, rezan a su antigua vecina y esta les escucha, logrando detener la lava a las puertas de la ciudad. Era el año 252 y acababa de nacer una santa.
Así fueron a grandes rasgos la vida y tormentos de Águeda; de entre todos los hechos es, sin duda, el de la amputación del pecho el que más impacto ha causado en la mentalidad popular.